Sobrevivir al Apocalipsis Zombi
Cuando pensar se convierte en un peligro
La pirámide cognitiva
Vivimos en la Era de la información y la comunicación, y paradójicamente no ha habido momento en la Historia de la Humanidad de mayor manipulación y desinformación.
La posverdad, el desenfoque emotivo y tergiversador con el que se tratan actualmente los temas de actualidad, aprovechando los sesgos cognitivos, ha creado una sociedad incapaz de procesar, analizar y evaluar correctamente la información, y sacar conclusiones correctas.
De esta forma, la realidad, tal y como es, se transforma en la realidad percibida, conforme a la óptica desenfocada de quienes interesadamente la presentan para imponer sus doctrinas ideológicas del pensamiento débil, hipersensibilzando a los ciudadanos y haciéndolos intolerantes ante cualquier discrepancia o espíritu crítico, aceptando sin cuestionar aquello que se les presenta como verdad inmutable
Pero, ¿Qué es la información?
La información son datos o hechos adecuadamente procesados y tratados para poder ser usados. Los datos no sirven de nada por sí mismos. Tan sólo es la materia prima de la que se nutre el proceso de informarse. La información por otro lado, en sí misma no es “Poder”, como coloquialmente se dice. Tan sólo es útil en la medida en que se usa adecuadamente.
Si la información se maneja adecuadamente se convierte en conocimiento, y esto sí es un producto elaborado que puede usarse de diferentes formas útiles. El conocimiento se basa en vislumbrar qué parte de la información es útil y práctica para los propósitos buscados, y a través de ella poder tomar decisiones o comprender conceptos complejos. El conocimiento puede usarse a favor de uno mismo o en contra de otros.
Pero el conocimiento en sí mismo, tampoco es plenamente útil si no se es capaz de determinar cuál de ése conocimiento es determinante y debe ser priorizado. Identificar el conocimiento relevante y sobre el que debe centrarse los esfuerzos se llama visión. Los visionarios por tanto son aquellos que son capaces de “ver” dentro del conocimiento, cual es el que es más útil para sus propósitos.
Finalmente, ser capaz de encontrar los nexos o camino preciso para sacar el máximo provecho de la visión es la sabiduría.
La Pirámide Cognitiva
Evidentemente este proceso en pos de obtener el máximo provecho de los datos es útil tanto para las grandes corporaciones como para el individuo. Sería casi como definir la Pirámide de Maslow cognitiva.
Cuanto más abajo se está en dicha pirámide de gestión de la información que se recibe, más fácilmente será manipulable por los agente externos, Hoy en día, la mayoría de la población apenas es capaz de alcanzar siquiera el estado de ser capaz de procesar los datos y hechos que se le presentan de forma correcta. Se le ahoga en un mar de datos y de desinformación descontextualizada.
Porque no es lo mismo “estar informado”, o desinformado, que informarse. Hoy mucha gente presume de estar muy informado por que recibe o busca, y distribuye, mucha información externa. Sin embargo, la mayoría de la veces siquiera alcanza a ver el contenido de la misma. Tan sólo se quedan en los titulares. Informase requiere ver y analizar los contenidos, compararlos y obtener conclusiones propias y útiles, con la que poder obtener una visión clara de dicho asunto y de cómo ello encaja y puede ser empleado para aumentar la sabiduría propia.
Procesar y analizar la información para obtener conclusiones y hacerla encajar con el resto del conocimiento previo exige un gran esfuerzo que pocas personas están dispuestas a hacer. Además, el conocimiento es acumulativo, progresivo, y está interconectado, de forma que sin una base amplia de conocimiento previo no es posible avanzar en la adquisición de más conocimiento. Es decir, cuanto más ignorante es el sujeto, más difícil es realizar el proceso de estar informado.
Pero hay otro obstáculo, los prejuicios. La mayor parte de las personas están condicionadas por sus prejuicios previos a la hora de analizar la información, Es un fenómeno que se da sobretodo en las personas ideologizadas, que rechazan todo estimulo externo que contradiga su esquema mental y tan sólo se abre a aceptar y buscar informarse de aquellas fuentes que respalden su creencia previa.
Conviene tener en cuenta, como ya se ha dicho, que el concepto de información debe entenderse en sentido amplio, como el procesamiento de todos los estímulos externos que percibe el ser humano. Una película o un cartel que se ve, una canción que se escucha, también son estímulos que contienen información que procesa el cerebro. De hecho la publicidad aprovecha estos medios para lanzar información, a veces subliminal al público objetivo.
Todo ello generará sesgos cognitivos que pueden ser hábilmente usados por quien desea manipular la mente de los individuos. Porque ése es el verdadero objetivo del ataque cognitivo, la manipulación psicológica de la sociedad o grupos objetivo seleccionados. Esta manipulación puede tener muchos fines, y no todos deben ser considerados per se ataques. De hecho, la propaganda y la manipulación, o fomentar y mantener a las masas en la ignorancia o el miedo, que nubla la razón, han sido técnicas de control social aplicadas desde la antigüedad.
Este proceso de generación de valor añadido de la información en función del grado de análisis de la misma es igualmente útil en la toma de decisiones empresariales. Disponer de de protocolos y personal capacitado para sacar el mayor beneficio a los datos es fundamental para maximizar la toma de decisiones, especialmente en el plano estratégico.
Quien no quiere pensar es un fanático, quien no puede pensar es un estúpido, quien no se atreve a pensar es un cobarde