Sobrevivir al apocalipsis zombi. Cuando pensar se convierte en un peligro

El Pasado es el Futuro 

El polifacético y prolífico escritor Isaac Asimov es, sin lugar a dudas, una de las personas en la historia que logró acumular el mayor grado de conocimiento y sabiduría en su vida.

En su memorable colección de novelas «Fundación», introdujo el concepto de la psicohistoria, una ciencia del futuro que combina historia, sociología y estadísticas matemáticas para hacer predicciones generales sobre el comportamiento futuro de grupos muy grandes de personas.

Reconozco que soy un convencido de la psicohistoria y de su potencial, más allá de lo literario, para ayudar en la toma de decisiones adecuadas. Es por eso que la Historia, la psicología y las matemáticas se encuentran entre mis principales aficiones.

Entender de dónde venimos es necesario para comprender cómo hemos llegado a donde estamos, quiénes somos y hacia dónde vamos. En mi opinión y en mi caso particular, la Historia es el fundamento del conocimiento y lo impregna y ramifica en las demás ramas del saber.

Sin la Historia, me resulta incomprensible que alguien pueda siquiera entender mínimamente al ser humano, sus motivaciones y comportamientos.

Casi todo lo que sucede en el Mundo no es más que una repetición de hechos que ya han ocurrido. Los imperios, sus formas de dominio y las razones y medios utilizados se suceden de manera muy similar.

Cuando hay personas ingenuas y de buen corazón que cuestionan la posibilidad de que exista una élite genocida detrás de una serie de eventos coordinados y orquestados que convergen en sus objetivos e intereses, es evidente que son absolutamente ignorantes de la Historia o perfectos imbéciles adocenados, despojados de cualquier capacidad de pensamiento propio.

La Historia nos muestra de manera persistente el grado de psicopatía al que pueden llegar quienes ostentan el Poder, y cómo una gran parte de la población participa en la comisión de crímenes abominables contra la humanidad, ya sea

por convicción, interés o mera sumisión a la autoridad.

Y no es necesario remontarse a épocas pasadas. Tan solo en el pretérito siglo, las despreciables ideologías totalitarias y socializantes fueron responsables de la muerte de más de 100 millones de personas, sin contar las víctimas de la Guerra.

Y todo esto sin considerar los miles de millones de vidas alienadas, de personas tratadas como meros recursos productivos.

Aquellos que olvidan la Historia están condenados a repetirla. Quizás por eso existe el interés de desalentar su estudio por parte de las élites.

Conocer los errores cometidos es fundamental para evitar repetirlos. Por lo tanto, es necesario hacer que la sociedad olvide las consecuencias que en el pasado ha tenido la imposición del totalitarismo y la renuncia de derechos y

libertades por parte de la sociedad hacia sus líderes, para evitar repetir la Historia, pero esta vez con una capacidad de manipulación y control nunca antes vista.

En su novela distópica 1984, George Orwell afirmaba que «quien controla el presente, controla el pasado, y quien controla el pasado dominará el futuro». Esto es algo que los socialpopulistas han tomado muy en serio, llegando incluso a crear una Ley para modificar la Historia reciente de España y adaptarla a sus intereses.

El resultado de la ignorancia y la manipulación histórica en España es más que evidente. Desde que el despreciable y sectario Zapatero alcanzó el poder impulsado por la onda expansiva del golpe de Estado del 11M, y dio inicio a la

Agenda globalista y sus políticas de odio y degeneración social, se impulsó el llamado proyecto de «Memoria Histórica», reavivando rencores en nietos y bisnietos que sus propios abuelos y bisabuelos habían dejado atrás 30 años antes.

Por lo tanto, es importante ser cuidadoso al estudiar la Historia, ya que, por regla general, ha sido escrita por los vencedores o, más específicamente, es reescrita por aquellos que ostentan el Poder según su conveniencia. El caso de la

Memoria Histórica es extremo y descarado, pero no aislado.

El poder e impacto de la falsificación de la Historia puede llegar a extremos como los de la Leyenda Negra Española. Pero lo peor es que esos argumentos absurdos, provenientes además de una cultura que efectivamente se ha caracterizado por el genocidio y el desprecio sistemático de las poblaciones

nativas, allá donde llegaron sus bayonetas, logran calar en la propia sociedad española.

Por tanto, es importante al valorar los acontecimientos históricos considerar dos cuestiones fundamentales:

1º Saber contextualizar los hechos y circunstancias en su época histórica.

Juzgar personajes y actos ocurridos en el pasado o en otros entornos geográficos con nuestros parámetros culturales y morales es un grave error. Es indispensable entender el entorno económico y social de cada época histórica y lugar geográfico.

2º Contrastar y analizar los hechos de forma objetiva, sin influencias ni sesgos ideológicos o prejuicios previos.

Por supuesto, esto es imposible sin una mente abierta y capacidad de juicio crítico

Si te ha gustado este articulo, puede que también sea del interés de tus contactos y amistades. 
Compártelo a través de tus Redes Sociales y contribuye a hacerlo llegar al resto de la sociedad
Sigue las novedades del blog uniéndote a los canales de whatsapp y telegram en los siguientes enlaces de acceso

Whatsapp

Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.
Tienes que aprobar los términos para continuar

Aviso sobre Cookies en WordPress por Real Cookie Banner