Sobrevivir al apocalipsis zombi. Cuando pensar se convierte en un peligro

Rubiales y el Akelarre

Vaya por delante antes de iniciar mis reflexiones dos consideraciones:

La primera es que con mis 50 años fui educado en la “sociedad heteropatriarcal del machirulo opresor”, lo que sea que significa eso. Por tanto se me inculcó que a las mujeres se les debía respetar, valorar y proteger SIEMPRE,  tratándolas con preferencia y deferencia.

Esto es algo con lo que incluso he tenido que luchar en muchas ocasiones, especialmente en mis años de servicio militar para tratar a  las mujeres bajo mi mando como soldados evitando favoritismos sobre sus compañeros varones

Por esa educación recibida, nadie desprecia tanto como yo a los babosos gañanes y patanes molestos que creen pueden tomarse cualquier libertad con una mujer a la que no conocen o con la que no tienen suficiente confianza. Me parece una falta de respeto imperdonable.

La segunda consideración es mi absoluto de desinterés y hasta desprecio por el Futbol como instrumento de alienación social. Ello implica mi desconocimiento previo sobre la figura del protagonista de esta Historia, y sus presuntas luces y sombras hasta hace unos días.

Creo que todo ello me ayuda a poder valorar esta polémica con cierta perspectiva, distancia y lejanía.

En 1692 se iniciaron en Massachuttses, actual EEUU una serie de procesos en los que se enjuició a 144 personas y ejecutó a 19. Todo empezó porque la hija del predicador denunció a 3 mujeres por brujería. Poco después el número de acusaciones fue creciendo bajo el influjo, el delirio y la sugestión que iba generándose y acrecentándose, buscando encontrar en las más inocentes trivialidades actos de devoción satánica.

Pareciera que no hubieran pasado más de 300 años desde aquellos hechos, y que la Sociedad hubiera dado en algún momento de las últimas décadas un giro de 180 grados para “progresar” nuevamente a las oscuras épocas de la Inquisición, ahora en manos de los sumos sacerdotes de la nueva religión laica de la ideología del Pensamiento Débil.

Desde al frio análisis racional de los hechos acaecidos en los últimos días, como consecuencia de la victoria de España en el Campeonato Mundial de Futbol Femenino, sorprende el grado de histrionismo e histeria colectiva alcanzado con este asunto, que sobre todo es revelador del nivel de manipulación mediática social alcanzado en este país por los medios de comunicación.

Y es que una mera anécdota, que en sus primeros momentos no pareció molestar a casi nadie, y mucho menos a la propia protagonista y sus compañeras, con el paso de los días ha pasado a convertirse en un problema nacional en el toma posición hasta la fiscalía, la audiencia nacional y organismos internacionales.

Así, un breve contacto de labios se ha convertido en manos de los inquisidores de la moral progre literalmente una agresión sexual en toda regla, para el que se pide incluso prisión.

Como he referido soy el primero que reprobaría cualquier acto de propasamiento sexual… si realmente este hubiera sucedido.  Dudo que muchos tengan en ese sentido un nivel de tolerancia menor que el mío.

Sin embargo, ya desde el primer momento, hay que estar muy enfermo para denotar una pretendida connotación sexual en el dicho acto, especialmente a la vista del contexto y la evidente complicidad entre ambos.

A todo ello hay que unir el hecho de que fuera consentido, tal y como muestra abundante material videográfico tanto del momento, como de la celebración posterior, donde la propia protagonista y resto de compañeras tratan el tema de forma desenfadada.

La propia jugadora en declaración expresa al respecto, así lo indica también. Incluso los canticos jocosos del resto de compañeras hacían referencia al hecho con absoluta normalidad.

¿Qué ha pasado entonces con el trascurso de los días para que una anécdota “simpática” se transforme de repente en una “ofensa indecorosa” y acabe derivando en un hecho criminal y una “caza al Hombre”?

Y sobre todo, cómo es posible que un gesto tan minio, haya acabado generando semejante unanimidad y consenso entre los generadores de opinión pública y los mercenarios de la información, no habiendo resquicio entre los medios generalistas siquiera para la el debate.

Todo ello a pesar de todos los hechos contradicen el relato que se pretende imponer a la Sociedad, y que justifica los fines perseguidos, que van mucho más allá de obtener un señalado trofeo que presentar ante el altar del hembrismo.

Porque el objetivo real no es el hombre con minúsculas, sino el Hombre con mayúsculas, entendido el termino no en genérico, sino en masculino, es decir, los varones, portadores del pecado original de la masculinidad, tan temida por el Globalismo y sus secuaces.

Es evidente que todos estos hechos han sido instrumentalizados de forma obscena a través de un proceso de posverdad descarado e indisimulado, pero eficaz entre una buena parte de la Sociedad desposeída ya de su capacidad de juicio crítico, de pensar, y por tanto de aquello que les daba su Humanidad, transformados ya en meros zombis tan sólo capaces de reaccionar ya ante los primitivos estímulos mediáticos que se les presenta.

Son muchos las posibles motivaciones que han llevado a tantos a participar de esta “caza al Hombre”, en muchos casos inconscientes del propio daño que se hacen a sí mismos, cegados por los presuntos beneficios a corto plazo de su actitud mezquina.

Algunos han visto la forma de ajustar antiguas cuentas con el protagonista, otros, muchos, simplemente han apostado al “caballo ganador”, algunos habrán sido coaccionados o animados a tomar la “postura correcta”, y por supuesto están los mercenarios que tan sólo hacen lo que les exige la línea editorial impuesta, y en muchos casos, ante la duda, siempre ponen “dos huevos más” en el plato para demostrar ser fieles lacayos dignos de confianza.

La inmensa mayoría, la masa transformada en chuma juzgadora por obra y gracia de los medios sensacionalistas, simplemente reaccionan por instinto, movidos por su sistema limbico estimulado mediante burdos ataques emotivos a su esquema de creencias sectarias implantadas a través de la ideología y el adoctrinamiento.

Nada que no se haya visto ya en los últimos años con otros asuntos de mucha más enjundia que están transformado, destruyendo, la Sociedad. El pánico pandémico, la crisis climática, la violencia machista, o la guerra contra Rusia, como ejemplos más destacados y evidentes.

Especialmente destacable es el papel de la presunta ofendida y el resto de sus compañeras, y muy especialmente el desarrollo  del proceso de interiorización de la victimización, que muestra el poder de presión la manipulación del que son capaces los generadores de la opinión pública, así como su absoluta falta de escrúpulos a la hora de lograr sus fines.

Y es que a la vista de los videos y declaraciones iniciales, se hace evidente la instrumentalización a la que se ha sometido a las jugadoras hasta el punto de ser incapaces de entender el daño que se hacen a sí mismas, a la mujeres y a su deporte con la postura que están adoptado.

En primer lugar han cedido el protagonismo de su merecida victoria a la causa hembrista y su circo mediático.

En segundo lugar están provocando un masivo rechazo al futbol femenino entre el público masculino, destruyendo en camino construido durante años.

Porque seguramente casi ninguna de las hiperventiladas que ahora las apoyan y del resto del circo mediático que sostiene la causa, han visto un sólo partido, ni serían capaces de poner nombre y cara a la mitad del equipo titular.

Les importa bien poco el deporte, la pretendía ofendida, y el resto de las jugadoras. Tan sólo son peones de su juego, que una vez movidos dejarán caer cuando convenga en su partida de ajedrez.

Juana está en mi casa gritaban histéricas, encendidas por la gasolina mediática, hace años defendiendo a una psicótica que secuestró a sus hijos, y que luego fue abandonada a los pies de los caballos cuando la Justicia acabó por dar cuenta de ella y sus delitos.

Porque en realidad a quienes dirigen el entramado del hembrismo no les importan las mujeres, ni sus problemas. Tan sólo sus fines, tanto ideológicos como personales, y los 30000 millones que recibirán del pesebre publico en los próximos años

No les preocupan las mujeres ni dar solución real sus problemas. En realidad su objetivo tan sólo es vivir de ellos y si se puede exagerarlos y crear un estado de opinión sugestionado que aumente la sensación de victimización y ofensa. Si algo no es un problema se inventa.

A esta Legión de hembristas parásitas del Sistema, fieles servidoras de sus amos globalistas no les preocupan los niños asesinados o que se suicidan por abusos familiares o escolares, tampoco los ancianos que mueren a manos de sus cuidadoras o por desatención y soledad.

Hacen la vista gorda ante la pedofilia, consentida y amparada desde instituciones públicas, los abusos de menores bajo tutela administrativa, y  promueven la pederastia y la perversión e hipersexualizacion de los niños.

Son las mismas degeneradas  soberbias que soltaron a cientos de violadores mostrando a si ser fieles perras de sus amos globalistas, y que niegan a pedir siquiera disculpas por ello.

Y también aquellas que no alzan la voz ante los constantes casos de violaciones en manada de jóvenes y adolescentes, cuando estas son realizadas por “racializados”. Hay que respetar sus costumbres.

Sin embargo son ahora las que quieren usar todos los recursos del “Estado de Derecho” para criminalizar un acto minio comprándolo con una agresión sexual, frivolizando de esta forma con este tipo de delitos e insultando a las víctimas de los mismos.

Para toda esta gente indecente e inmoral ninguno de estos temas merece un minuto de su tiempo mientras se dedican “full time” a buscar criminalizar un gesto carente de toda motivación sexual y motivado por las circunstancia en grado de confianza entre ambos protagonistas.

Sólo hay que preguntarse cuál hubiera sido la reacción mediática si el Presidente hubiera sido un marica que le hubiera dado un pico a un jugador heterosexual, y este hubiera expresado en ese momento o en el vestuario su desagrado por dicho acto

La mafia mediática lincharía al jugador alegando su falta de tolerancia ante un gesto de cariño inocente.

Pero abundemos más.

¿Qué hubiera pasado si fuera una mujer presidente la que le hubiera dado el beso a un jugador?

¿Y si hubiera sido la jugadora la que después de acercar el cuerpo del presidente hacia si, y levantarle en volandas le hubiera dado un pico sin preguntar?

Pero aún han interrogantes más sangrantes.

¿Acaso si un desconocido o un profesor le diera un pico a un niño de 6 años las hembrista y los lacayos mediáticos que ahora están en la promoción de la hipesexualizacion infantil lo reprobarían, o lo justificarían como “un acto de amor”?

Ello no significa que el hecho no fuera inadecuado, incluso habiendo ese grado de confianza y consentimiento probado.

Sin embargo confundir zafiedad o incluso se quiere exagerar, baboseo, con criminalidad  o inmoralidad, es traspasar de forma temeraria y frívola un límite peligroso. Abrir una caja de Pandora con insospechadas consecuencias.

Para empezar, querer comparar dicho gesto público con al abuso cierto que pudiera que pudiera suponer una conducta similar que diera por ejemplo entre un jefe un empleado a solas en un despacho o almacén de un centro de trabajo es un disparate que muestra el grado de disociación entre la realidad y el relato que se ha implantado en la Sociedad.

Y entre medias de ambas situaciones esta es ya referido baboseo y falta de respeto habitual de muchos hombres que se toman ciertas libertades con mujeres que apenas conocen en bares, discotecas o lugares de ambiente.

Ello siendo despreciable o reprobable moralmente, está lejos poder ser considerado un abuso sexual especialmente cuando una generalidad de mujeres lo consiente según las circunstancias

Porque la realidad es muchas mujeres aceptan de buen grado un exceso de confianza o incluso un beso no consentido, si el perpetrador es de su agrado, o se hacen las ofendidas incluso ante el simple hecho de intentar establecer conversación si la persona no les agrada físicamente, o no les apetece en ese momento.

Una frivolidad que no hace sino fomentar dichas conductas.

Y es que la cultura de la victimización, ha hipesensibilizado a una buena parte de la mujeres, carentes de autoestima e inteligencia y control emocional, al punto de considerar una ofensa casi cualquier cosa que haga un hombre, especialmente si no es de su agrado.

No hace falta ni contacto físico. Mantener un contacto visual más de 3 segundos puede considerarse una amenaza, igual que no mantener el contacto visual puede ser visto como desprecio. Igual si se les dirige la palabra o no. Todo en su mente puede ser molesto y agresivo, según les convenga

De esta forma se busca fomentar la “guerra de sexos” en la más fiel costumbre marxista de buscar siempre en enfrentamiento social. Oprimidos y opresores, buenos y malos.

El objetivo final, tal y como muy bien anticipó Yuri Bezmenov hace décadas, es destruir los fundamentos de la Sociedad, sus principios y valores morales. Acabar con el esquema de relaciones sociales y familiares.

De hecho todo este proceso de victimización hembrista está cambiando profundamente la propia actitud de buena parte de los hombres hacia las mujeres, aumentado la desconfianza e incluso la misoginia especialmente entre quienes son “víctimas del victimismo”.

Ello está llevando un cambio de los modelos de relación con el sexo femenino. Algunos directamente prefieren  alejarse directamente de las relaciones con mujeres, y en otros casos el rechazo hacia las relaciones estables de pareja y a formar familias ante el riesgo de que ello supone.

Muchos por ello prefieren mantener relaciones esporádicas a través del aplicaciones de citas, sin complicaciones ni riesgos de consentimiento.

Todo ello perjudica realmente al colectivo femenino y en especial a aquellas mujeres que desean establecer relaciones estables de pareja.

Pero esto es tan sólo la punta del iceberg de problemas que el hembrismo crea a propio colectivo femenino que dice defender con su radicalismo irracional

Tras las decenas de miles de varones víctimas de los disparates ideológicos y la destrucción de sus derechos y  libertades fundamentales, hay abuelas, madres, hermanas, hijas, parejas o amigas que también sufren por su situación.

Esta es una Guerra  entre el neototalitarismo del Pensamiento Débil que quiere imponer unas elites psicopáticas y la Sociedad. La supremacistas hembristas que han fagocitado el movimiento feminista  gracias al apoyo de los poderes fácticos, y el resto de “aliades” del movimiento progre,  son el equivalente a los colaboracionistas que servían a sus amos nazis, las más de las veces obteniendo diversos tipos de beneficios por ello, en perjuicio de su propia nación.

En este proceso muchos son sugestionados debido a su falta de juicio crítico y capacidad para resistir el ataque cognitivo al que son sometidos a través de los medios, pero otros muchos tan sólo se dejan llevar por la corriente sin darse cuenta de que al final, cuando vas con la corriente la corriente de acaba llevando

Especialmente triste es ver el papel de “tontas útiles” que están haciendo tanto la protagonista de la “histeria”, como el resto de sus compañeras en todo este tema.

Pareciera que las jugadoras fueran perfectas imbéciles inconscientes e incapaces de pensar por sí mismas, celebrando el beso sin darse cuenta que era una agresión… hasta que se les ha hecho ver que la realidad

Si han sido sugestionadas o convencidas por determinados poderes en intereses fácticos mostraría una absoluta falta de carácter e inteligencia emocional  que hace flaco favor a la causa de la igualdad y la dignidad de la mujer, presentado un perfil de volubilidad e inestabilidad. Mujeres débiles que deben ser sobreprotegida, incluso de sí mismas por unas instituciones públicas, como si de niños o incapaces se tratara.

De paso, con este tipo de polémicas que se van sucediendo unas a otras se van tapando los graves problemas de la sociedad española, como el hecho de los ingresos públicos estén cayendo, la deuda se dispare, la pobreza alcance al 25% de la población infantil, o la familias más humildes no lleguen a fin de mes como consecuencia de los aumentos de la hipoteca la energía o los alimentos.

Muchos, la mayoría, ante la polémica se pondrán de perfil pensando que no va con ellos. Incluso muchos se alegrarán si el personaje no les resultaba simpático.

Sin embargo, más allá de todo ello, este linchamiento social debería recordarnos a todos aquellos que aún no hemos perdido nuestra consciencia y capacidad de razonar, nuestra Humanidad, en el pajar del adoctrinamiento mediático, las palabras del poema de Miemoller.

Cuando vinieron a por mí.

«Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
ya que no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
ya que no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
ya que no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
ya que no era judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar».

Martin Niemöller

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