Sobrevivir al apocalipsis zombi. Cuando pensar se convierte en un peligro

El ENEMIGO INTERIOR Y EL ENEMIGO EXTERIOR DE NUESTRO CEREBRO

“Los periodistas no tienen que dar las noticias, sino educar a las masas”.

Joseph Stalin

La Era de las Ciencias de la Información y la Comunicación se ha convertido cambien en la era de la manipulación y la posverdad. Del ataque cogitativo y la ingeniería social, a través del concepto de la ventana de Overton.

La manipulación no es nueva. Las ideologías totalitarias socializantes del Pensamiento Fuerte del siglo XX refinaron la manipulación de la sociedad a través de la propaganda.

Ahora sin embargo, el proceso de control social se ha refinado y potenciado por el desarrollo de las Ciencias de la Psicología y la Sociología, y uso de las modernas técnicas de comunicación, capaces de llegar al “público objetivo”, de una forma masiva y coordinada jamás soñada por los maestros de la propaganda precedentes.

El control mental de la sociedad por tanto, requiere de técnicas y tecnologías diversas, derivadas del profundo conocimiento de los procesos mentales por los cuales el cerebro absorbe datos y los convierte en información que según el grado de proceso y refino puede ser más o menos útil, tanto para el individuo como para los potenciales interesados en su manipulación.

Por eso, para comprender el moderno proceso de manipulación mental, hay que entender tanto los instrumentos y medios usados, como los procesos cerebrales que facilitan o permiten que dicha manipulación funcione. El enemigo exterior y el enemigo interior de nuestro cerebro.

El enemigo exterior, es diverso y complejo. En dicho concepto deberemos englobar todo aquello que se relaciona con el ataque cognitivo en sí mismo.

El enemigo interior, serían aquellos procesos mentales que facilitan que el ataque cognitivo tenga éxito.

Para entender adecuadamente el enemigo exterior, podemos usar el símil de un ataque físico con un arma de fuego, y todo el proceso para hacer que la bala alcance el cerebro.

La bala seria la información que se introduce en el cerebro.

El arma seria los medios a los que expone a la victima para que sus sentidos serán expuestos a la información.

El tirador sería aquellos que desde los medios difunden la información o facilitan su difusión.

Y por supuesto, detrás de ellos, están los que ordenan a los sicarios de la información, en un sentido muy amplio del termino, el cruel asesinato mental.

Todo ello son conceptos que habrá que ir desarrollando en posteriores entradas.

El ataque cognitivo pueden tener diversos objetivos y alcances, unos coordinados y otros no y adoptar las mas variadas formas, algunas apenas imperceptible y otras muy obvias.

Pueden tener un objetivo indiscriminado y generalista o buscar un determinado publico objetivo.

A diferencia del ataque físico, el ataque cognitivo precisa por regla general un periodo de tiempo prolongado para surtir el efecto deseado. Ademas, pueden existir sinergias y objetivos que se contengan unos a otros, y sucedan de forma progresiva o simultanea.

Como puede verse el ataque cognitivo para ser efectivo, requiere un nivel de recursos y planificación excepcional, para lograr los objetivos deseados.

Las modernas técnicas de manipulación, superan con mucho las capacidades de los principios básicos de la propaganda, si bien se sirve de ellos para lograr sus fines.

El profundo conocimiento actual de la mente humana, permite explotar al máximo sus debilidades, antes tan sólo intuidas, y lograr maximizar los efectos de la manipulación mediática

Aprovechando los sesgos cognitivos, y otras debilidades de nuestro cerebro, como los miedos, la necesidad de aceptación social, la aversión al riesgo y la responsabilidad, entre muchas, se logra transformar la percepción de la realidad e inducir a publico objetivo a interpretarla de forma errónea

Para ello fundamentalmente se busca soslayar la parte racional del cerebro, el neocortex, responsable del pensamiento lógico y la conciencia, para alcanzar el sistema límbico, el área donde se se regulan  las emociones y el comportamiento.

Pero también tienen un papel importante en el aprendizaje y la memoria. Por tanto, manipulándolo, se puede introducir reacciones deseadas a determinados estímulos.

De esta forma se actúa sobre el sistema de creencias y se implantan ideas o comportamientos, que arraigan y se superponen sobre los dictados de la lógica y al razón.

Para ello se emplean las más diversas técnicas de manipulación y engaño y canales de transmisión de la información, de forma que se bombardea a los sentidos de forma continua y progresiva para lograr los fines deseados.

De esta forma se va transformando el esquema de valores, principios y creencias de la sociedad.

Como un virus, cuyo vector son los medios de comunicación, las redes sociales, la educación, e incluso medios tan sutiles como artes gráficas, escénicas o visuales, arraiga en la mente de las víctimas, hasta acabar con toda su voluntad racional, transformándolas en perfectos fanáticos, sectarios e ideologizados, incapaces de pensar por si mismos, y dispuestos a cualquier cosas, incluso la violencia verbal o física, para defender y expandir su esquema de creencias, por absurdas que sean.

Como cualquier enfermedad, no todo el mundo es igual de vulnerable. Una solida inteligencia emocional y de conocimientos ayuda a impedir o dificultar que este proceso de control mental pueda calar y tomar el control de nuestra mente

Es por ello el palpable esfuerzo que realizan desde hace décadas por adoctrinar a los menores, eliminar su espíritu critico, y reducir sus estímulos para la curiosidad y el aprendizaje. Haciendo así mas vulnerables al ataque cognitivo.

Es fundamental conocer y entender estos procesos y métodos de manipulación de la mente como primer paso para poder prevenirlos y llegado el caso combatirlos.

Sólo aprendiendo a identificar y bloquear, racionalizar, la información, podremos sustraernos del progresivo proceso de destrucción mental al que se estás sometiendo a la sociedad.

Para ello es preciso desarrollar la inteligencia emocional y el juicio crítico, hasta el nivel de controlar el sistema límbico y hacer prevaler nuestro neocortex cerebral, combatiendo así a nuestro enemigo interior.

Pero también es necesario tratar y analizar la información que se recibe, el enemigo exterior, para determinar su grado de veracidad y su finalidad. Conviene tener en cuenta que cuando algo es gratis, tu eres el cliente, y eso nunca es mas cierto que con la información.

Sin embargo, todo ello es complicado en un mundo donde se nos ahoga y satura en información “basura”, dificultando filtrar y encontrar lo relevante, y se nos ocupa el tiempo en ocio y entretenimiento que obstaculice dedicar el debido tiempo a la reflexión y búsqueda de la verdad.

Por tanto, es muy difícil y costoso el esfuerzo de prevenir caer en la epidemia de idiotez generalizada que asola la sociedad, y aún más de recuperarse tras haber sido infectado por ella.

Es más fácil engañar a la gente que convencerles de que han sido engañados

Mark Twain

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Sobrevivir al apocalipsis zombi
Cuando pensar se convierte en un peligro

Quien no quiere pensar es un fanático
quien no puede pensar es un idiota
quien no se atreve a pensar es un cobarde

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