Brotes verdes. Dato mata relato
Decía Groucho Marx que, “La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnostico falso y aplicar después los remedios equivocados”.
Afirma Pedro Sánchez, el narcisista doctor en ciencias económicas cum laude, que la demostración de lo bien que va la economía es el éxito turístico de la Semana Santa, contraponiéndolo a los agoreros y catastrofistas de la economía, entre los que me orgullosamente me incluyo.
Un razonamiento tan simplón y ridículo que debería llevar a la risa vergonzante, si no fuera por lo triste que es ver a los serviles voceros mediáticos, cómplices del socialpopulismo, difundirlo complacientes, y aún peor a la mayoría plebe aceptarlo sumisos. E incluso aun mas lamentable la postura de la silente y acomplejada oposición ante semejante majadería.
Me viene a la cabeza la imagen de un autobus manejado por un payaso psicópata, de esos con una sonrisa de maquillaje pintada de oreja a oreja, llevando el vehículo camino a un abismo mientras los niños en sus asientos sonríen, cantan y disfrutan de las vistas inconscientes del destino que les depara.
Y es que sólo una sociedad infantilizada y carente de cualquier espíritu critico puede comprar semejante argumento patético, con la experiencia de la historia económica reciente de España.
Hace 15 años, por estas fechas un felón llamado Solves, con la complicidad de un sinverguenza sin escrúpulos amante del “Botín”, convencían a la sociedad de lo sólida que era la economía durante la campaña electoral, y tachaban de catastrofista y agorero a un tal Pizarro, que exponía la cruda realidad como quien predica en el desierto.
Ganadas las elecciones, no dudaron en animar a la gente a disfrutar del verano, y gastar como si no hubiera un mañana, sabiendo que a la vuelta muchos se encontrarían con la puerta de su empresa cerrada y sin dinero para pagar su hipoteca
Y aún, después de despilfarrar dinero publico en ocurrencias disparadas y arruinar el país, seguían hablando de “brotes verdes”.
De aquella maldición bíblica llamada Zapatero y su circo de cómplices secuaces, aún no nos hemos recuperado. Hoy el PIB de España deflactado, siquiera iguala a previo a aquella crisis, alejándonos progresivamente de los países desarrollados, mientras vemos como muchos otros , antes llamados en vías de desarrollo, nos van adelantando por el camino.
Lo peor, es que la lenta recuperación que se atisbaba en el horizonte, se ha visto truncada desde el advenimiento del amado lider.
De hecho, a pesar de las triunfalistas declaraciones de crecimiento económico y de empleo, y de los “tezanazos” del INE a la hora de trampear las cuentas, la realidad es que el PIB de España en 2022 descontada la inflación es un 4% menor que en 2019.
Eso sin contar con que, habiendo crecido el PIB un 10, con una inflación media del 8%, el crecimiento real, o mas bien recuperación parcial de lo perdido desde 2020, estaría realmente en un 2%, muy lejos del triunfalista 5,5% que se adjudican.
Y por supuesto sin considerar que, según al UE, hay dos millones de parados más de los declarados, o que la mayor parte del empleo generado es público, y a tiempo parcial o discontinuo en el sector privado.
Y es que la España de la que presume Sánchez, es una España subvencionada en la que la mitad de la economía depende del gasto público, y de la deuda y ayudas europeas. Mas de 100.000 millones de euros oficialmente, para compensar el déficit crónico de las cuentas.
Estos son los datos. Pero el relato es que Sánchez se alegra de los millones que aún pueden disfrutar de la Semana Santa.
Vaya sorpresa. En España hay 3,5 millones de empleados públicos cuyo sueldo medio es un 70% superior al de los remeros que deben impulsar la galera trabajando en el sector privado. A ellos se dedica una cuarta parte del gasto público.
Añadir mas de 9 millones de pensionistas, muchos prejubilados de grandes empresas y el sector público, de los que mas de 2/3 tienen pensiones que superan el salario medio del trabajador, que tiene que sacar adelante una familia y pagar una hipoteca.
Además la mayoría tienen una casa o varias en propiedad y pagadas.
Como dice la “Menestra”, su mayor preocupación es seguir sacando adelante a sus hijos ya cuarentones y sin la vida resuelta, para que puedan seguir pagando comida, hipoteca electricidad…, porque un gobierno incompetente no es capaz de garantizar sueldos dignos a los españoles.
Añadir también cientos de miles de rentistas que hicieron su agosto en las vacas gordas de la burbuja inmobiliaria y que en lugar de arriesgar su dinero en inversión productiva la preservan en ladrillo y acciones.
Y por supuesto otros cientos de miles de subvencionados, políticos, asesores…
Para ellos, ¿Quién dijo crisis?.
La crisis sólo les llegará el día que deje de entrar dinero público en las “arcadas” del Estado y no reciban su “dosis” mensual.
A mi sin embargo, me preocupan los millones que no pueden disfrutar de la Semana Santa.
Las familias con hijos e hipotecas que no llegan a fin de mes.
Hace 40 años una familia de 6 vivían con un sueldo y hoy una pareja con un hijo no pueden llegar a fin de mes con 2 sueldos.
Los más de 4 millones de parados REALES, la mayor tasa de la UE.
Los millones de trabajadores y autónomos a tiempo parcial o discontinuos, incluso a tiempo completo cuyos ingresos siquiera les permiten su supervivencia digna sin ayuda de familia o del Estado.
A todos ellos el Estado les expolia más de la mitad de lo que ganan para sostener el pesebre público de los estómagos agradecidos.
Incluso me preocupan millones de jóvenes españoles que sí han disfrutado de la Semana Santa como si no hubiera un mañana, porque… realmente para ellos no hay un mañana.
Graduados universitarios con sueldos miserables, sin posibilidad de emanciparse, comprar una casa, siquiera alquilarla y formar una familia. Tampoco ya comprarse un coche nuevo. Así que se dedican a disfrutar del momento, su ocio, sin más aspiraciones que el mero placer. Lo único que de momento no les pueden quitar.
Incluso muchos están teniendo que volver a casa de los padres porque no pueden seguir accediendo al mercado de alquiler de la vivienda. Asi que al menos después de trabajar medias jornadas de 12 horas diarias, para volver a casa de los «papas», como si fuera un adolescente, sólo faltaba que no pudiera con los mil euros que le quedan tras pagar impuestos disfrutar al menos de unos días de vacaciones para que Sánchez pueda presumir de la sociedad del ocio y la diversión del siglo XXI en la que se ha convertido España, gracias al progresismo socialpopulista y el Estado del «Bien-está».
Así que el relato, inmoral y propio de un sociópata, demuestra el absoluto desprecio del narcisista Presidente del Gobierno con la realidad de los millones de españoles por debajo del umbral de la pobreza, incluidos casi un tercio de la población infantil, y que no hace más que crecer desde su llegada al poder.
“La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”. Vivimos en un país gobernado por un ególatra inmoral tan sólo preocupado por sostenerse en el Poder, a toda cosa y todo coste. Crea los problemas, falsea la realidad y elude las soluciones, mientras nos arrastra feliz y contento al abismo.
Quien es piadoso con los crueles acaba por ser cruel con los piadosos
Si te ha gustado este articulo, puede que también sea del interés de tus contactos y amistades.
Compártelo a través de tus Redes Sociales y contribuye a hacerlo llegar al resto de la sociedad
Sobrevivir al apocalipsis zombi
Cuando pensar se convierte en un peligro
Quien no quiere pensar es un fanático
quien no puede pensar es un idiota
quien no se atreve a pensar es un cobarde
3 tardes más de Economía. España ante el abismo
Descubra la travesía de las últimas 4 décadas de España hacia su ruina económica , las causas, los culpables ,y las posibles soluciones
3 tardes de economía. Crisis y oportunidad
El libro imprescindible para conocer las razones de la decadencia de la economía de la Unión Europea y el fracaso del Estado del bienestar
1 comentario. Dejar nuevo
[…] Pese a la propaganda de los medios, la realidad es que el PIB de España apenas ha recuperado los datos previos a la Pandemia, estando a la cola de la recuperación, a pesar de casi 400000 millones inyectados en la economía a cargo de deuda pública y ayudas europeas […]