De la sencillez a la simpleza
Es curioso como dos conceptos pueden ser tan parecidos, tan diferentes, y al tiempo correlacionados sociológicamente.
Y es que aunque suelan confundirse, refieren hechos muy diferentes.
“Simple” define algo fácil de hacer o entender, mientras “sencillo” significa que algo tienen escasa elaboración, complejidad o sofisticación.
Sin embargo, si trasladamos el concepto al comportamiento humano, el significado puede variar considerablemente.
La sencillez evoca una forma de actuar humilde y sin alardes, “campechana”, que muchos buscan destacar en personas que, a pesar de su elevado estatus social, alcanzan a ser cercanas al resto de personas.
Sin embargo este concepto conductual no es el que nos interesa en este momento
La simpleza por otro lado tiene un sentido peyorativo, queriendo referir un comportamiento tosco, ilógico y poco inteligente.
Uno de los aspectos del “Miedo a la Libertad” que definió Erich From tras la Segunda Guerra Mundial es la angustia que la mayoría de la población sufre a la hora de tomar decisiones y asumir la responsabilidad de sus actos.
Ello hace que prefieran que sean otros los que tomen esas decisiones, y adherirse a ellas, cediendo así su libertad individual ante la masa social y especialmente quienes la dirigen e imponen sus normas, comportamientos y creencias.
De esta forma eluden la responsabilidad de errar en sus actos, ya que justificarán que sólo hacían lo que se les dijo o simplemente hacía la mayoría.
Una de las razones es que la toma de decisiones complejas en situaciones de incertidumbre requiere de mucha información veraz, y profundo análisis y reflexión. Algo que requiere tiempo y esfuerzo, y que no siempre asegura el éxito.
Ello se hace especialmente evidente en la moderna sociedad de la información y la comunicación en la que se apabulla a los ciudadanos con ingentes cantidades de información y entretenimiento, que son incapaces de digerir, y en la mayoría de los casos siquiera identificar su veracidad e intención.
Por tanto, una mayoría de personas angustiadas por su Miedo a la Libertad, y su propia pereza, prefieren evitar ese ingente esfuerzo de informase y analizar la información, prefiriendo consumir las conclusiones “sencillas” cocinadas por otros en el fast food mediático en base a eslóganes y relaciones causa efecto sesgadas, carentes de lógica y fundadas en el sesgo de confirmación .
Prefieren asumir y creer lo que se les dice que deben pensar, a pensar por si mismos.
Así, buscan simplicidad en argumentos sencillos, basados en ataque cognitivos al sistema límbico, donde anidan las emociones y las creencias, bloqueando la reacción racional del neocortex cerebral.
Caen de esta forma en la mas burda simpleza intelectual que a la larga les arrastra a la idiotización que arraiga en la Sociedad y facilita su manipulación cogntiva.
Porque lo cierto es que no hay atajos hacia el Saber y el Conocimiento.
El proceso de raciocinio y toma de decisiones no es sencillo, sino muy complejo. Tanto más cuanto lo es el grado de incertidumbre.
Una de las forma de analizar un problema complejo es precisamente descomponerlo en problemas mas sencillos y luego volver a juntar las partes.
Ello no es lo mismo que simplemente buscar una solución sencilla a un problema complejo, o peor aún, buscar en la simplificación de los problemas, evitar racionalizarlos para impedir que la disonancia cognitiva haga cuestionar el esquema de doctrinas progres sustentado en débiles cimientos racionales
De esta forma, si cuestionas la política de inmigración eres racista, si te preguntas por qué no merece el mismo tratamiento la violencia hacia niños o ancianos, que hacia mujeres eres machista y maltratador, si no te agrada que “tipos, tipas y tipes” desfilen en pelotas por la calle delante de niños, eres homófobo, si cuestionas las políticas de privilegios progres y su incongruencia con los principios elementales del derecho, eres un “machirulo opresor”, o si cuestionas las políticas medioambientales un negacionista terraplanista.
Y por supuesto y por encima de todo, cualquiera o cualquier hecho que disone con las doctrinas de obligado seguimiento es facha, o como ahora se dice, de “extrema derecha”, y merece ser criminalizado, atacado y destruido, porque amenaza los cimientos de la convivencia y la moral.
Todo muy sencillo y simple. Es así, y punto. Es obvio y todos lo saben. No hay espacio al debate y los argumentos.
Para ello, la ideología del Pensamiento Débil que sustenta las ideologías progres que infectan como un virus las debilitadas mentes de la Sociedad occidental, dispone de una poderosa herramienta cognitiva, las dispensas ideológicas, moral intelectual y practica, que ya han sido referidas muchas vecen en este blog
Gracias a estas dispensas ideológicas, se logra que argumentos absurdos calen en la Sociedad y sean defendidos a pesar de su incongruencia, inmoralidad, ineficacia y peligrosidad.
Y si no estas conforme, eres facha, racista, machista, terraplanista, negacionista, homófobo…. . Da igual lo absurdo que sea el argumento al que debas adherirte.
Esta imposición de la ideología de la estupidez y la irracionalidad incluso impregna hasta las universidades, con catedráticos defendiendo postulados ideológicos por encima de la ciencia, la razón y la lógica, con tal de mostrar su afección al régimen progre.
Muchos de ellos no dudan de hacer su tourné de sets de radio y televisión progres buscando sus 15 minutos de fama, dando una apariencia de veracidad, amparándose en su pretendida cualificación profesional, en muchos casos mas que dudosa.
Por supuesto se arrogan ser voz autorizada de la comunidad profesional a la que dicen representar, e inducen a pensar por tanto a la plebe abducida que por tanto imparten “doctrina” irrebatible y de consenso universal.
Siquiera se pretende que se esfuercen demasiado en explicar de forma académica sus sencillos argumentos que hasta un tonto pueda entender. Mas bien que su mera presencia y su “simple” afirmación de que “es así y punto”, sirva para aliviar a las masas en su necesidad de justificar su adhesión a relato oficial.
Lo dice la Ciencia.
Goebbels en sus principios de la propaganda afirmaba que el mensaje, debía ser tan sencillo que el mas simple de los receptores del mensaje.
Por tanto no debe sorprender el bajo nivel intelectual que han alcanzado el progresismo a la hora de propagar su doctrina sectaria incongruente e irracional, ni tampoco el grado de adaptación al nivel de estupidez esperado por parte de los adeptos al progresismo en su esfuerzo de para seguir tragando un discurso cada vez mas ilógico y surrealista.
Sorprende la simpleza con la que la masa contaminada por el virus progre, en gran porcentaje femenino, acepta sin el menor atisbo de disonancia cognitiva los dogmas del fomento de la inmigración masiva, al tiempo que la supuesta sensibilización hacia la violencia a la mujer y los colectivos homosexuales y asimilados. O la supuesta alianza entre el feminismo y esos mismos colectivos “de-genero”, misóginos por naturaleza.
Se exige igualdad, al tiempo que políticas de privilegios, o según convenga, se defiende la imagen de la mujer poderosa y empoderada o débil e indefensa.
Este el nivel de simpleza que ha alcanzado una buena parte de la sociedad llevados por su búsqueda de sencillez a la hora de tomar posición en multitud de complejos problemas sociales.
Contra la estupidez hasta los dioses luchan en vano
Johann Wolfgang von Goethe.
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