Sobrevivir al apocalipsis zombi. Cuando pensar se convierte en un peligro

España y la “Ilusión” del crecimiento (2)

Si la primera parte de esta entrada exponla la gran mentira del supuesto crecimiento de la economía española, que apenas alcanza a recuperar lo perdido en 2020, a pesar del gasto publico desmesurado sufragado con deuda publica y ayudas de la Unión Europea, esta segunda parte la dedicaré a desmontar la farsa del aumento del empleo del que presume el Gobierno , así como  algunos otros indicadores  de la ilusión económica  en la que  vivimos.

Y es que nuevamente, tras la ilusión y sugestión creada por la manipulación de datos, y su selección interesada, para su difusión por los medios afines, bajo el principio de que una mentira repetida mil veces acaba siendo una verdad, la realidad se impone para quien aún no haya perdido su capacidad de juicio critico.

Las triunfantes huestes mediáticas se ufanan en destacar el crecimiento del empleo fundado en el supuesto aumento de 560000 nuevos afiliados a la seguridad,

Por otro lado, el desempleo tan sólo se ha reducido en 130000 parados menos lo cual sigue dejando a España como el país con mas desempleo oficial de la Unión Europea.

Si analizamos los últimos 4 años, el Gobierno presume de haber creado 1,7 millones de puestos de trabajo, por el mero hecho de haber aumentado el número de cotizantes en dicha cantidad.

Sin embargo, esa cifra esconde un número difícil de determinar de fijos discontinuos, subsidiados mayores de 52 años y prejubilados, al tiempo que más de medio millón de nuevos empleados públicos, y cientos de miles de empleados en subcontratas publicas.

La propia Unión Europea contradice los datos oficiales del Gobierno y afirma que en España hay 1 millón mas de desempleados  de los que afirma y otro millón de infraempleados.

Y aún se queda corto, tal y como se evaluaba en la entrada dedicada al análisis de la tasa de actividad en España comparada con la otros países occidentales de similar demografía, y que hacia sospechar que había casi 5,5 millones de potenciales trabajadores desempleados.

Pero para desmontar la ilusión del empleo creado en los últimos años, lo mejor es acudir a indicadores indirectos que permitan evidenciar el maquillaje estadístico

Y nada mejor que analizar al número de horas trabajadas y su evolución en el tiempo

Puede observarse que en 2019 se trabajaban 30266 millones de horas, y cuatro años después de paraíso socialpopulista, ese número desciende hasta las 28500 millones Un 5,85% menos.

Sin embargo se pretende afirmar que el empleo ha crecido en 1,333 millones sobre la base del aumento de cotizantes. Ello supondría un aumento del 6,87%.

Si nos centramos en la evolución del ultimo año, se ha producido un incremento del 3% de afiliados a la SS con un aumento 1,46% de horas trabajadas.

Es evidente por tanto que los triunfalistas datos de empleo que maneja el Gobierno y sus voceros mediáticos están profundamente manipulados y maquillados para trasladar un discurso muy alejado de la realidad

Y es que en realidad el tipo de empleo que se está creando, mas allá  del que genera directa o indirectamente el  improductivo sector público a cuenta del pesebre, es de muy baja calidad.

Y lo que es más importante se está produciendo además un proceso de sustitución del trabajo de calidad previo en trabajo precario, temporal y a tiempo parcial, en su mayor parte, y mal pagado. Esa es la razón por la que dos terceras parte de este empleo ha sido cubierto por inmigrantes, casi 600.000 han llegado sólo en 2023.

Empleos que en su mayor parte siquiera permiten una subsistencia digna sin contar con ayudas y subsidios públicos, creados en sectores de bajísima productividad, mientras la Industria sigue su progresivo declive y se perpetua una estructura económica basada en la pequeña empresas y microempresas.

Es por ello que la productividad del factor trabajo en España apenas alcanza a ser el 60% de la de Alemania. Algo que es un factor decisivo a la hora de entender los paupérrimos salarios patrios.

Una productividad que de hecho ha caído un 7,5% desde principios de siglo a causa de una estructura económica viciada que precisa de radicales reformas para sanear la economía, y que siguen sin siquiera estar en el debate político del país a pesar de la extrema situación a la que se está llegando.

Y mientras España importa trabajadores extranjeros para cubrir puestos de trabajo precarios de ínfima cualificación y productividad, ya se acercan a los 3 millones los españoles que especialmente a lo largo de los últimos años han tenido que abandonar el país en busca de oportunidades laborales dignas y acordes a su aptitudes profesionales.

Es un drama si tenemos en cuenta que son en su mayor parte los mejor formados y capacitados. Un recurso humano en el que se ha invertido mucho dinero para su formación, y que luego debe emigrar, para tener unas condiciones de vida dignas.

Porque otro de los problemas, mas bien drama, que suele dejarse ladeado a la hora de exponer el relato económico socialpopulista, es la baja remuneración, especialmente en el sector privado. Y lo que es mas importante, la progresiva pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores.

Hay que ser muy cuidadoso a la hora de manejar las estadísticas, ya que estas muchas veces dan una visión desenfocada de la realidad, tal como es el dato de que el salario medio BRUTO de España es de 29500 euros al años, unos 2000 euros limpios al mes.

Sin embargo para entender bien la depauperización del mercado laboral, es mucho mas útil y práctico, manejar el concepto del salario mediano, es decir aquel que no supera el 50% de la población, el cual está situado en torno a los 22000 euros brutos al año.

Supone al final de mes en el bolsillo de la mitad de los trabajadores menos de 1550  euros, en un país donde la vivienda y sus gastos asociados suponen de media más de 1000 euros mensuales.

Ello deja a casi la mitad de la población con una remuneración, cuando tienen la fortuna de trabajar a tiempo completo, próxima al salario mínimo.

Y lo que es peor, ha habido una evidente perdida de poder adquisitivo en la clase trabajadora, ya que desde 2019 los sueldo han crecido un 8% mientras la inflación  lo ha hecho en un 16%.

A ello hay que añadir la pérdida de poder adquisitivo adicional que supone el hecho de que no se haya corregido el efecto de la inflacionista en las tablas de renta de IRPF, por lo que además los ya castigados trabajadores han visto además aumentados sus impuestos.

Sin embargo, esa inflación “media” no refleja realmente el impacto real de la misma en las familias, especialmente trabajadoras y en general en los grupos sociales menos favorecidos. Los gastos de alimentación, hipoteca, alquiler o electricidad, han subido en mayor medida que lo que refleja la estadística.

Y aún hay otro dato que añadir a este desolador panorama que no parece preocupar a los agentes socioeconómicos, los medios de comunicación, y la clase política. Desde 2007 la población ha crecido en casi 3 millones de personas debido a inmigración, un 6%, mientras el PIB a precios constantes es similar.

Es decir la renta per cápita real ha caído, o dicho de otra forma somos potencialmente más para producir pero producimos los mismos bienes y servicios. Entonces, ¿Para qué hace falta que vengan personas de fuera si no aumenta la producción?.

De hecho, es justo lo contrario. Con ello se fomenta y estimula la economía basada en el uso de mano de obra intensiva barata, en lugar de incentivar el cambio a un modelo productivo avanzado y mas productivo fundado en el desarrollo tecnológico y la inversión de capital.

Todo ello además con la consecuencia añadida de empobrecer a una parte significativa de la población, arrastrándola hacia la dependencia del pesebre publico para sobrevivir, incluso a pesar de trabajar.

Porque la realidad es que la renta disponible se ha estancado, la renta per cápita caído, pero lo que es peor, la distribución de la riqueza es menos justa.

En la actualidad el 1% de la población ostenta el 22% de la riqueza, mientras el 50% dispone de otro 7%.

No es por tanto casualidad que España se encuentre en el podium de los países con mas tasa de pobreza, detrás a Bulgaria y Rumanía y compartiendo bronce con Grecia.

A mayor oprobio el socialpopulismo tan complaciente de sus éxitos económicos ilusorios, tiene a uno de cada cuatro niños del país en riesgo de exclusión social. Un escenario poco alagüeño para su desarrollo personal y sus expectativas de futuro.

Y es que populismo ama tanto a los pobres que los multiplica, aunque mas bien hubiera de decir que los necesita en lugar de amarlos. Porque la demagogia funciona bien con los desesperados, los ignorantes y aquellos arrojados a base de la Pirámide de Maslow, haciéndoles creer que el Gobierno se preocupa de ellos dándoles aquellos que les niega a conseguir por si mismos, y destruyendo de esta manera su autoestima.

Porque no se acaba con la pobreza repartiendo limosna, con dinero ajeno, sino creando las condiciones económicas para lograr el pleno empleo de los recursos disponibles, y crear puestos de trabajo dignos productivos y bien remunerados. Una sociedad de hombres libres al fin y al cabo. Justo lo contrario de lo que desean quienes desean controlar la sociedad a través de la manipulación de la Democracia

España lleva viviendo mas de 40 años de rentas prestadas. Primero de la herencia que dejó el Franquismo, en su esfuerzo truncado por llevar a España al nivel de los países mas desarrollados, luego del endeudamiento privado incentivado por la burbuja inmobiliaria, y finalmente de la deuda publica y las ayudas europeas… mientras quienes controlan los mercados financieros estén interesados en sostenernos y estemos dispuestos a pagar el precio que no pidan

Toda esta ilusión económica en la que hacen vivir a la sociedad no es mas que un engaño, un peligroso espejismo del oasis prometido que en realidad no se encuentra a la vuelta de la duna como quieren hacer creer.

Si España no despierta de este sueño empapado en deuda y artificios, encarrila el rumbo y adopta radicales reformas económicas, nuestro destino no será muy diferente al paso de los años al de la otrora opulenta argentina.

España y la “Ilusión” del crecimiento (1)

https://3tde.es/ilusion-crecimiento-1/

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